Descripción
Los detectives utilizan habilidades de observación y detección para conseguir información que sea de utilidad para sus clientes. Trabajan para particulares, empresas y abogados, incluso pueden ser trasladados a agencias del ministerio. Mantienen registros detallados de sus investigaciones y redactan informes, para que los clientes que puedan tener toda la información necesaria para tomar sus decisiones. 
Actividades laborales
Los detectives consiguen información legal que será de utilidad para sus clientes, mediante un proceso de investigación que incluye técnicas de observación, detección y vigilancia, así como entrevistas o interrogatorios con distintas personas relacionadas con el caso. A continuación analizan la información obtenida y la comunican a sus clientes, de modo que estos puedan tomar sus propias decisiones a partir de dicha información.

El trabajo de un detective se divide en tres áreas: particular, empresarial y legal, aunque con frecuencia también trabajan en el ámbito del derecho civil más que en el del derecho penal.

Los detectives trabajan para particulares cuando una persona individual les contrata, por ejemplo, para buscar a una persona desaparecida, para vigilar el comportamiento de un padre con sus hijos o para recopilar pruebas contra vecinos que resultan incívicos o ruidosos.

El trabajo de un detective también puede consistir en la observación de una persona, de acuerdo con el cliente, que tenga un comportamiento impropio (por ejemplo, en un caso de divorcio).

El trabajo corporativo puede ser para una empresa grande o pequeña, o bien para una organización gubernamental. Puede que tengan que investigar a personas, grupos o empresas que sus clientes creen sospechosos, por ejemplo, de hacer declaraciones falsas en compañías aseguradoras. A veces una empresa necesita los servicios de un detective para investigar robos por parte de algún empleado. También pueden investigar a personas que deban dinero a una empresa.

Algunas empresas grandes se ven afectadas por espionaje industrial en cuyo caso también pueden contratar a un detectives para que lo investigue.

Al principio de un caso, el detective discute las posibles opciones para la investigación y asesora al cliente sobre cuáles son los métodos adecuados, antes de acordar un plan de acción.

Es bastante común que el detective deba observar a la persona sospechosa mientras está trabajando, o bien que deba investigar reclamaciones sospechosas en compañías aseguradoras, lo que en ocasiones requiere que siga al sospechoso.

A veces debe entrar en el mismo entorno que el sospechoso, por ejemplo, en un centro de salud o en un restaurante.

En otros casos tiene que permanecer en el interior de un coche durante varias horas para vigilar el domicilio o en lugar de trabajo de una persona, y en ocasiones debe fotografiar o gravar al sospechoso y a quienes se reúnan con él.

A menudo utilizan registros públicos e Internet para realizar algunas de sus investigaciones, por ejemplo, para buscar nombres y direcciones.

En general, este trabajo con abogados implica tomar las declaraciones de los testigos acerca de accidentes o delitos, buscar personas que han cobrado una herencia, investigar coartadas, y redactar informes, órdenes judiciales y otros documentos legales.

Los detectives tienen que llevar registros detallados y precisos de su trabajo, así como redactar informes para sus clientes.

Su trabajo normalmente se realiza en un área local, aunque en ocasiones tienen que desplazarse más lejos. Trabajan tanto en lugares cerrados como en el exterior, y en todo tipo de clima. A veces trabajan en horarios poco habituales. 
Perfil profesional
Para ser detective privado se necesita:
  • Ser capaz de trabajar solo, durante largos períodos de tiempo, y también en equipo.
  • Tener la capacidad de pasar desapercibido mientras se sigue al sospechoso.
  • Poseer autodisciplina, paciencia y un elevado nivel de concentración, ya que en ocasiones hay que permanecer en un mismo lugar (sentado en un automóvil, por ejemplo) durante un día o una noche entera.
  • Ser observador, metódico, detallista y objetivo.
  • Tener elevado nivel de alfabetización para la redacción de informes.
  • Gestionar un gran número de casos a la vez y mantener registros precisos de cada uno.
  • Tener excelentes habilidades interpersonales para tratar con todo tipo de personas, que podrían estar ansiosas, molestas o enojadas.
  • Tener empatía y capacidad para conseguir que los clientes se sientan seguros y confiados cuando son interrogados.
  • Tener herramientas de evaluación para analizar las personas y la información obtenida sobre estas.
  • Tener sensibilidad para tratar con los clientes en casos delicados, como el de divorcio.
  • Estar al día sobre el conocimiento de las leyes, reglamentos y procedimientos legales.
  • Tener capacidad de tratar la información como confidencial.
  • Tener habilidades de TI para la de búsqueda de información.
  • Tener habilidades a la hora de utilizar equipos electrónicos, como equipos de grabación digital de audio, cámaras y videocámaras.
  • Tener un permiso de conducir.
Es importante estar un poco en forma y tener buena vista, aunque no hay requisitos de salud específicos a la hora de realizar este trabajo.